Nextcloud provides an
open-source collaboration platform called Nextcloud Hub, which includes file-sharing and syncing
features. The company has written
a blog post explaining that Google has revoked a critical permission
from the Nextcloud Files app for Android that allows it to sync files
to Nextcloud Hub.
Google is stating security concerns as a reason for revoking the
permission. This is hard to believe for us. Nextcloud has had this
feature since its inception in 2016, and we have never heard about any
security concerns from Google about it. Moreover, several Big Tech
apps as well as Google's own still have this. What we think: Google
owning the platform means they can and are giving themselves
preferential treatment.
Despite multiple appeals since mid-2024, Google has refused to
reinstate the permission, blocking automated Nextcloud file uploads
for millions of users.
The Nextcloud
app available via F-Droid does not have this limitation, but the
post notes that that is not an option for many users.
Incorrect analogy – More like; 1) You want a pizza made from another region. 2) However, you must sell them some your ingredients before it can be made. 3) They charge a “tariff” to protect the income of their local farmer’s for other ingredients. You’re willing to pay the “tariff” because you like your ingredients better. 4) The pizza maker sells you the final pizza with a standard sales tax but no tariff 5) You paid the higher price and they made money from the tariff.
Trump is charging tariffs to increase the costs from other regions for several reasons. A) To negotiate down tariffs from other regions. B) Lower tariffs mean you pay a lower cost for your special pizza. C) To whittle down our regions deficit. D) and/or To increase local “ingredients” growth at lower cost for you.
The analogy Randall posted was perfect. It’s based on that ridiculous chart the president displayed showing “tariff” rates all over the world allegedly imposed on the US. It was not, in fact, the average import duty charged, or any number even tangentially related to it, like indirect tariffs through subsidy. Instead, it was ( Trade Deficit / Import Value ) This produces a number that has nothing whatsoever to do with tariffs at all. Let’s say NowhereStan exports $1B of gold every year to the US, but gets all their material needs supplied by LocalRepublic, except for $1M a year of US bourbon, imported duty-free.In the real world, the tariff imposed by NowhereStan on the US is 0%. Using Trump Math, it’s 99.9%. This “We just don’t happen make to something the other party wants to buy, so we should punish them for it.” is what the strip is making fun of, not the general concept of tariffs.
You (someone in the US) wants a pizza with ground beef on it. However, the US doesn't have enough cattle to meet demand for ground beef (true fact), so the US imports extra beef to meet demand. You (the person wanting the pizza with ground beef), pay an extra tax because the beef on your pizza was imported. The producer of the beef does not pay the tax. The importer of the beef pays the tax and passes it along the supply chain until you eventually pay for it. Now you're being taxed extra because the US Government (Trump) wants to claim it's being tough on the world while completely failing to understand how economies and tarrifs work. Tarrifs in the end make things more expensive for end users. How much extra is your car, computer, phone, clothing, shoes, medicine and food going to cost you?
Hovertext: Ohh, you meant a romanticized well-behaved child in a permanent state of the kind of wonder actual children achieve three or four times a year.
Hay algo de revolución en este día que hará Historia y es una de las clásicas, que deja al mismo tiempo perplejas a las bibliotecas, sacude las cabezas, cuestiona a la política partidaria y enciende los sentimientos sociales. Es, además, de aquellas alegres y rabiosas, pero sobre todo, poética. Es lógico: si hay alguien a quien atribuirle la primera puntada que hizo posible esta jornada imposible es a una bordadora de esas bellas artes. Susy Shock fue quien comenzó a señalar el horizonte de esta utopía con precisión: un frente antifascista. Lo repitió tanto y en tantos lados y durante tanto tiempo, que cuando llegó el momento de escoger una palabra para esta convocatoria brotó ese término, como una flor que nace con el riego de los tiempos urgentes.
A las trabajadoras sexuales de Constitución, en general, y en la voz de Georgina Orellano en particular –a quien días antes vimos azotada por las botas policiales– les debemos la puntada que la unió con la siguiente: antirracista.
Susy Shock (Fotos Lina Etchesuri y Nacho Yuchark).
A las travas históricas, el coraje y la memoria, que sonó como advertencia o como reto y que sintetizó la voz disonante expresada por Marlene Wayar: “Estamos cansadas de luchar porque sus manos son débiles”.
El reloj, en cambio, lo marcaron las infancias y adolescencias: el sufrimiento concreto con el que castigaron sus vidas esas palabras crueles infringidas desde lo más alto del poder institucional.
(Fotos Lina Etchesuri y Nacho Yuchark).
Dirá hoy la actriz trans Flor de la V: “Ese es el límite. Desde que asumió este gobierno hace un año y meses, no paran de agredirnos, de decirnos cosas horribles sobre nuestras identidades y lo que sucedió en Davos fue la gota que rebalsó el vaso. Hasta ahí llegamos. Tenemos una ley de género que deben respetar y una de matrimonio igualitario que no pueden ignorar. La verdad es que hace décadas que nos bancamos el maltrato y el desprecio de una sociedad, pero hoy con leyes que nos reconocen, no lo vamos a permitir más”.
Flor de la V(Fotos Lina Etchesuri y Nacho Yuchark).
Juana y Agos, de El Teje –una organización autogestiva dedicada al cuidado de las infancias trans y no binarias– lo sintetizan así: “Había que decir basta para demostrar que la calle nos pertenece, que la palabra libertad nos pertenece, por sobre todas las cosas, para demostrar que las personas a quienes no quieren dejarnos existir somos aquellas que más unimos a esta sociedad”.
Poetas, putas, travas, infancias, adolescencias y juventudes trans y no binarias, las más empobrecidas, las más castigadas, las últimas de la fila se pusieron al frente y convocaron a mover este mundo horrible al que nos quieren condenar.
Lo siguiente fue la marea que emerge, brava y colorida, para desafiar las violencias. Ese tesoro social que tiene la Argentina y que nadie, nada, nunca, puede ni predecir ni controlar.
Una vez más el Nunca Más.
Fotos Lina Etchesuri y Nacho Yuchark.
El plan
Otra vez Juana: “Este ataque es parte de un plan económico que impone quién accede al capital y quién no, quién accede al trabajo y quién no, quiénes acceden a qué tipo de trabajo y quiénes no. Quiénes tienen que hacerlo en la prostitución, quiénes tienen que empobrecerse para que unos pocos puedan tener mucho acceso al capital”.
Agos: “Para frenar el fascismo y estos discursos de odio poner el cuerpo es una estrategia eficaz, por eso estamos todes acá, pero formar parte de El Teje me hizo darme cuenta de que una buena forma de enfrentarlo es parar la bola, escuchar y bajar el ego”.
Fotos Lina Etchesuri y Nacho Yuchark.
Juana: “Y armar red. Lo que propone el fascismo, lo propone desde la individualidad. Si logramos combatir este plan económico que nos obliga a tener dos, tres trabajos que nos sostengan, es a partir de preguntarle a la persona que tenemos al lado –no importa si es de nuestra comunidad o no– cómo estás, qué necesitas, en qué te puedo ayudar”.
En la calle, los obreros de la UOCRA saludan eufóricamente a las columnas y los bancarios sacuden abanicos con los colores de la diversidad. Los jubilados y jubiladas bailan. Las parejas con canas sostienen carteles hechos con cartón que proclaman “Basta de fascismo” y un joven alza su cartulina escrita con marcador azul para recordar: “El pedófilo no era gay: era tu diputado”, en referencia a Germán Kiczka, el legislador de la oficialista La Libertad Avanza, cuya causa por abuso infantil fue elevada a juicio el 21 de enero.
El balcón es para dos estrellas, María Becerra y Lali Espósito, que saludan a la multitud mientras le cantan “¿Quiénes son?”, una complicidad espontánea y profunda, que sólo se comprende con el resto de la letra: